Una guerra que se expande más allá del campo de batalla
La muerte de Parubiy es el primer asesinato de un alto funcionario ucraniano desde el inicio de la invasión, y ha sido visto como una declaración de guerra por parte de Rusia. El crimen ha sido calificado por las autoridades de Kyiv como un "acto terrorista" que busca desestabilizar el país y crear un clima de miedo en la sociedad.
La acusación de Ucrania es un claro recordatorio de que la guerra no solo se libra en el frente de batalla, sino que se ha expandido a una guerra de inteligencia y de asesinatos selectivos. La muerte de Parubiy ha sido interpretada como una señal de que el Kremlin no tiene límites en su lucha por el control de la región.