La paradoja de la producción: Miles de kilos de tomate se pierden en Salta

Una situación dramática se vive en la producción frutihortícola de Salta: miles de kilos de tomates han sido descartados en las fincas debido a la falta de rentabilidad. Lo que debería ser una temporada de ganancias se ha convertido en una pérdida millonaria para los productores que no pueden cubrir los costos de la cosecha y el traslado al mercado.
Un problema que va más allá de la cosecha
Fernando Ortiz, productor de Colonia Santa Rosa, lo explica de forma contundente: "Llevarlos al mercado salía más caro que dejarlos en la finca". Este panorama refleja una crisis en la cadena de valor, donde los costos de transporte, insumos y la caída de los precios en el mercado mayorista han ahogado a los productores. En muchos casos, los precios a los que se vende el tomate no alcanzan para cubrir el costo de la cosecha.
"En mi caso fue casi la mitad de lo producido", lamentó Ortiz, subrayando la magnitud del problema. La pérdida de miles de kilos de tomate no solo representa un golpe económico para los productores, sino también un desperdicio de alimentos en un contexto de inflación y de crisis social.
Un círculo vicioso
El problema de la rentabilidad no es nuevo en la agricultura. Los productores a menudo se enfrentan a un círculo vicioso: si los precios en el mercado mayorista caen, no pueden cubrir los costos de la cosecha y el transporte. Esto los obliga a dejar el producto en la finca, lo que genera una sobreoferta y una caída aún mayor de los precios. El problema, que afecta a una gran cantidad de productos, demuestra la necesidad de implementar políticas que protejan a los pequeños y medianos productores y que garanticen la sostenibilidad de la producción de alimentos.
Resumen
Miles de kilos de tomate han sido descartados en fincas de Salta debido a la falta de rentabilidad. Según productores locales, el costo de transportar el producto al mercado era más alto que el precio de venta. Esta situación, que ha afectado a una gran parte de la cosecha, subraya la crisis que enfrenta el sector frutihortícola y la necesidad de una solución para que los productores puedan cubrir sus costos y evitar el desperdicio de alimentos.