El rescate milagroso: un repartidor de comida salva a una mujer que escribió un SOS con su sangre

La protagonista de esta historia, identificada únicamente con el apellido Zhou, se encontraba limpiando una casa de huéspedes en la provincia de Sichuan, en el oeste de China. Sin darse cuenta, entró a una habitación en el sexto piso del edificio sin su teléfono y quedó atrapada, ya que la puerta se cerró detrás de ella por una cerradura defectuosa.

Zhou permaneció en la habitación durante 30 horas, sin comida, sin agua y sin acceso a un baño. Después de múltiples intentos de escapar que resultaron infructuosos, la mujer, en un acto de desesperación, se mordió el dedo y usó su propia sangre para escribir "110 625" en una almohada que arrojó por la ventana.

El mensaje, lanzado desde el sexto piso, fue visto por un repartidor de comida llamado Zhang Kun. A pesar de sus miedos, al ver el número de emergencias de China (110), el joven entendió que se trataba de una petición de ayuda y no dudó en llamar a la policía.

Los agentes acudieron de inmediato al lugar, derribaron la puerta y rescataron a Zhou de su prisión improvisada. La mujer, quien se encontraba visiblemente desaliñada, agradeció a la policía y al repartidor. Zhang Kun, por su parte, fue elogiado en las redes sociales y por las autoridades, que le otorgaron una recompensa de 3,000 yuanes ($420 dólares) por su papel en el rescate.

Un repartidor de comida, Zhang Kun, rescató a una mujer, Zhou, en China, que llevaba 30 horas atrapada en una habitación. La mujer, desesperada, utilizó su propia sangre para escribir un mensaje de auxilio en una almohada que arrojó por la ventana, que fue visto por el joven. La policía acudió de inmediato al lugar y liberó a Zhou.