16 septiembre 2025 · hace 19 h

La Resistencia en las Aulas: Cómo la Toma del Colegio Nacional Buenos Aires Sacude el Tablero Político

· Fuente: haceminutos.com
La Resistencia en las Aulas: Cómo la Toma del Colegio Nacional Buenos Aires Sacude el Tablero Político
La educación pública argentina, una de las grandes banderas históricas de la nación, vuelve a ser el epicentro de un conflicto que trasciende las aulas y se instala en el corazón de la discusión política. La toma del Colegio Nacional de Buenos Aires no es un hecho aislado, sino la punta de lanza de un movimiento de protesta que se intensifica ante el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. Este acto de resistencia estudiantil, que se suma a un plan de lucha más amplio, es un claro mensaje a la clase política: el futuro de la universidad pública no se negocia.

La decisión de los estudiantes del CNBA de tomar el colegio no fue improvisada. Es una respuesta directa a una medida que la comunidad educativa considera un ataque frontal: el veto del presidente Javier Milei a una ley que había sido aprobada con un consenso casi unánime en ambas cámaras del Congreso. La ley buscaba garantizar un presupuesto acorde para las universidades nacionales, asegurando su funcionamiento y permitiendo la continuidad de la investigación y la extensión. Con el veto, el gobierno de Milei profundiza la política de ajuste que, según rectores, docentes y estudiantes, pone en riesgo la calidad y la gratuidad de la educación superior.

Un Grito de Alerta desde la Educación Media
La toma del Colegio Nacional de Buenos Aires, una de las instituciones más emblemáticas del país, tiene un simbolismo particular. Su historia está ligada a la formación de líderes y pensadores, y sus pasillos han sido escenario de protestas y debates que marcaron la historia política argentina. Que los estudiantes de secundaria tomen la iniciativa de la protesta demuestra que la preocupación por el futuro de la educación pública no se limita a las facultades. Es un grito de alerta que resuena desde la base misma del sistema educativo.

El Centro de Estudiantes del CNBA (CENBA), en un comunicado difundido a través de sus redes, explicó que la toma es una forma de presionar a los legisladores para que, en una sesión especial, rechacen el veto presidencial. Este acto de protesta no solo busca visibilizar el conflicto, sino también generar un efecto dominó que movilice a otras instituciones. La expectativa es que los centros de estudiantes de las facultades de Sociales y Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) repliquen la medida en sus respectivas sedes.

El Contexto de la Protesta: El Camino a la Marcha Federal
La toma de colegios y facultades es una de las tantas acciones que forman parte de un plan de lucha más amplio de la comunidad universitaria. Durante las últimas semanas, se han realizado paros docentes en todas las universidades nacionales. Estos paros, junto con la toma de edificios, buscan generar el ambiente propicio para la tercera Marcha Federal Universitaria, convocada para el miércoles 17 de septiembre.

Esta marcha, bajo la consigna "Nuestro futuro no se veta", tiene como objetivo principal defender la educación pública y gratuita, y denunciar el recorte de fondos que, según los manifestantes, pone en riesgo el normal funcionamiento de las universidades y la calidad académica. Se espera una participación masiva de estudiantes, docentes, no docentes y de la sociedad civil en general, replicando el éxito de las marchas anteriores. La primera, en el mes de abril, reunió a cientos de miles de personas en las calles de todo el país, y la segunda, en mayo, logró una convocatoria similar, demostrando que la defensa de la educación es una causa que moviliza a la ciudadanía.

La marcha del 17 de septiembre se perfila como un nuevo capítulo de esta lucha. La comunidad universitaria ha demostrado que está dispuesta a resistir los recortes y a defender un sistema que consideran crucial para el desarrollo del país. La toma del CNBA es una muestra de esa determinación.

El Rol de los Estudiantes y la Dimensión Política de la Lucha
La participación activa de los estudiantes en esta protesta es fundamental. Son ellos quienes más sufren las consecuencias del ajuste. La falta de presupuesto afecta la calidad de las clases, la disponibilidad de materiales, el mantenimiento de los edificios y la oferta de becas y programas de apoyo. Para muchos, la educación pública es la única vía para acceder a la formación profesional y la movilidad social. Poner en riesgo ese derecho es, para ellos, un ataque a su proyecto de vida.

La protesta estudiantil también tiene una dimensión política ineludible. La Ley de Financiamiento Universitario no es un tema menor. Su veto, en un contexto de polarización política, se interpreta como un desafío al consenso legislativo y una reafirmación de la política de ajuste del gobierno de Milei. El presidente, por su parte, defiende su decisión argumentando que la ley es fiscalmente irresponsable y que las universidades deben gestionar sus recursos de manera más eficiente. Sin embargo, para los manifestantes, este argumento ignora las necesidades reales del sistema universitario y pone en riesgo una de las instituciones más valoradas por la sociedad argentina.

La toma del CNBA no es un simple acto de rebeldía adolescente. Es una acción política consciente y organizada que busca influir en el debate público y presionar a los actores políticos. Es una demostración de que los jóvenes están dispuestos a alzar la voz para defender lo que consideran justo. El futuro de la educación pública en Argentina está en juego, y los estudiantes han dejado claro que no se quedarán de brazos cruzados.

Lo que Viene: ¿Quién Cederá Primero?
La toma del Colegio Nacional Buenos Aires y la inminente marcha federal marcan un punto de inflexión en el conflicto entre el gobierno y la comunidad universitaria. Ahora, la pelota está en la cancha del Congreso. Los legisladores tendrán la difícil tarea de decidir si ratifican o no el veto presidencial. Su decisión no solo afectará el presupuesto universitario, sino que también definirá el futuro de la relación entre el poder ejecutivo y el legislativo.

Mientras tanto, la comunidad universitaria se mantiene firme. La consigna "Nuestro futuro no se veta" se ha convertido en un himno de resistencia. La toma del CNBA es el primer paso de lo que podría ser una semana clave para la educación pública argentina. La historia nos ha enseñado que las luchas que comienzan en las aulas a menudo terminan cambiando el curso de la política. ¿Será este el caso? El tiempo lo dirá.