Ofensiva en Gaza: Netanyahu Defiende Operaciones Militares Mientras la ONU Denuncia una Grave Crisis Humanitaria

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reitera su objetivo de control total sobre la Franja, mientras que las Naciones Unidas advierten sobre una situación crítica de escasez de alimentos, agua y medicinas que amenaza a la población civil.
JERUSALÉN, ISRAEL - En una nueva fase del conflicto, las operaciones militares israelíes para tomar el control total de la Franja de Gaza se han intensificado, desatando una severa advertencia por parte de la comunidad internacional. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado que estas acciones han provocado una catastrófica carestía de bienes básicos, llevando a la población civil al borde de una emergencia humanitaria sin precedentes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió a las críticas reafirmando que las operaciones militares son "indispensables para la seguridad de Israel y para desmantelar la capacidad terrorista de Hamas". En un comunicado, el mandatario insistió en que su gobierno está comprometido con la eliminación total de la infraestructura del grupo militante, y acusó a Hamas de utilizar a la población civil como escudos humanos, lo que, según él, dificulta la entrega de ayuda y agrava la crisis.
Sin embargo, el informe de la ONU y otras organizaciones humanitarias internacionales presenta una situación alarmante sobre el terreno. Las agencias de la ONU han documentado una drástica escasez de alimentos, combustible, agua potable y suministros médicos esenciales. La falta de combustible ha paralizado hospitales, plantas de desalinización y sistemas de saneamiento, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y epidemias. Además, los continuos bombardeos y los bloqueos han hecho casi imposible la distribución de la poca ayuda que logra entrar.
Las operaciones, que han incluido ataques aéreos y terrestres en varias zonas densamente pobladas, han provocado un desplazamiento masivo de civiles. Cientos de miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, refugiándose en áreas ya superpobladas y sin los servicios básicos necesarios para sobrevivir. La ONU ha instado a un alto el fuego inmediato para permitir el flujo de ayuda humanitaria y evitar más pérdidas de vidas inocentes.
El debate se centra ahora en el derecho de Israel a defenderse frente a la obligación de proteger a la población civil. Mientras la ofensiva militar avanza, las voces de la ONU y de organizaciones de derechos humanos se alzan para denunciar que la crisis humanitaria podría empeorar si no se toman medidas urgentes para garantizar el acceso de la ayuda a los más necesitados.
JERUSALÉN, ISRAEL - En una nueva fase del conflicto, las operaciones militares israelíes para tomar el control total de la Franja de Gaza se han intensificado, desatando una severa advertencia por parte de la comunidad internacional. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado que estas acciones han provocado una catastrófica carestía de bienes básicos, llevando a la población civil al borde de una emergencia humanitaria sin precedentes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió a las críticas reafirmando que las operaciones militares son "indispensables para la seguridad de Israel y para desmantelar la capacidad terrorista de Hamas". En un comunicado, el mandatario insistió en que su gobierno está comprometido con la eliminación total de la infraestructura del grupo militante, y acusó a Hamas de utilizar a la población civil como escudos humanos, lo que, según él, dificulta la entrega de ayuda y agrava la crisis.
Sin embargo, el informe de la ONU y otras organizaciones humanitarias internacionales presenta una situación alarmante sobre el terreno. Las agencias de la ONU han documentado una drástica escasez de alimentos, combustible, agua potable y suministros médicos esenciales. La falta de combustible ha paralizado hospitales, plantas de desalinización y sistemas de saneamiento, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y epidemias. Además, los continuos bombardeos y los bloqueos han hecho casi imposible la distribución de la poca ayuda que logra entrar.
Las operaciones, que han incluido ataques aéreos y terrestres en varias zonas densamente pobladas, han provocado un desplazamiento masivo de civiles. Cientos de miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, refugiándose en áreas ya superpobladas y sin los servicios básicos necesarios para sobrevivir. La ONU ha instado a un alto el fuego inmediato para permitir el flujo de ayuda humanitaria y evitar más pérdidas de vidas inocentes.
El debate se centra ahora en el derecho de Israel a defenderse frente a la obligación de proteger a la población civil. Mientras la ofensiva militar avanza, las voces de la ONU y de organizaciones de derechos humanos se alzan para denunciar que la crisis humanitaria podría empeorar si no se toman medidas urgentes para garantizar el acceso de la ayuda a los más necesitados.